¿Fue Mariana Pineda como nos la han contado?
Los profesores Clara Inés López-Rodríguez e Ismael Ramos publican un libro donde se revisa su biografía y los escritos que versan sobre ella.
Es uno de los personajes granadinos con mayor repercusión. Su vida es un relato que, 192 años después de su ejecución, sigue siendo apasionante. Pero, ¿qué pasaría si la historia que hemos oído no fuera la real? Los profesores Ismael Ramos y Clara Inés López-Rodríguez arrojan nuevos detalles que parecen cuestionar el relato 'oficial' en su nueva obra 'El secreto de Mariana Pineda. Masonería, sociedades secretas y conspiraciones', que ha publicado la editorial Masónica. El punto de partida de la obra es doble, histórico y lingüístico, y para ponerlo en pie se han utilizado exclusivamente fuentes primarias, entendiendo como tales, en primer lugar, la biografía titulada 'Doña Mariana Pineda. Narración de su vida, de la causa criminal en la que fue condenada al último suplicio, y descripción de su ajusticiamiento', la primera publicada, escrita por José de la Peña, y Aguayo, quien fuera su amante y padre de su hija menor, cuyo rigor los autores cuestionan. Y lo hacen, básicamente, porque sus objetivos no están claros: no se sabe si este la escribió como intento de redimirse de su mala conciencia por abandonar a madre e hija, o como 'mérito' para medrar en el naciente gobierno liberal que acompañó el ascenso al trono de Isabel II.
«Cuando empecé a leer sobre Mariana, descubrí la frase que Federico García Lorca incluye en el drama que le dedicó. 'Dicen que es masona', se puede leer en dicha obra. Lorca deja huellas de su interés por la figura de la heroína hace un siglo, en 1923, y la conecta desde el primer momento con esta sociedad secreta», comenta Ismael Ramos. «Estudiando su figura, descubrí que se nos había estado ocultando información clave, que supone, dicho sea con cariño, toda la construcción biográfica que se ha hecho sobre ella, ya que las fuentes usadas habitualmente arrojan muchas dudas».
Ambos investigadores acudieron en primera instancia a archivos públicos para interpretar esas fuentes, y lo primero que les llamó la atención fue el hecho de que la causa procesal de Mariana Pineda ha desaparecido de todos ellos, deforma intencionada. Ni en la Real Chancillería ni en el Archivo Histórico Nacional está tal causa. Quien se la llevó, dejó las cubiertas, esperando que la sustracción se descubriera mucho tiempo después. Igualmente, está vacía la carpeta con documentación sobre Mariana que había en la Casa de los Tiros, a pesar de que se ha reseñado su existencia.