Una investigación histórica descarta que Franco quisiera ser masón
TRIBUNALES ANTIMASÓNICOS
Y es que es un hecho cierto que Franco firmó una ley específica para la persecución de los masones en los años cuarenta, recién acabada la guerra civil, y que durante toda su vida repitió insistentemente en numerosos discursos y en algunos artículos –curiosamente firmados con distintos seudónimos– que había que estar en guardia contra la existencia de un extraño contubernio judeo-masónico-comunista, basado fundamentalmente en rancias pero muy eficaces teorías conspiratorias.
Pero, en realidad, ¿Franco se creía eso del contubernio, o simplemente lo utilizó para mantenerse en el poder durante tan-tos años, y a pesar de tantas adversidades?
Sea lo que sea, lo que parece verdad es que mucha gente no sabía y posiblemente no sabe todavía hoy, a qué se refería Franco en realidad, cuando hablaba de la masonería y del famoso contubernio.
LARGA DICTADURA
Lo que sabemos es que el general fue un personaje muy singular que se hacía llamar Generalísimo y Caudillo, y que dirigió nuestro país con mano firme durante casi medio siglo.
Eso, parece que está fuera de toda duda.
Y parece también que Franco creía en una serie de teorías conspiratorias, y se sentía víctima de las acechanzas de un misterioso contubernio-judeo-masónico-comunista internacional.
CENTINELA DE OCCIDENTE
A este respecto, como a veces había declarado, decía que nunca se le perdonaría haber sido el único que lo había vencido, en una guerra fratricida de una crueldad sin límites, y esto por la sencilla razón de que la masonería es un enemigo que no se rinde jamás.